Calificación moralista negativa atribuida al error que se comete por ingenuidad, ignorancia, inconsciencia o instintividad, acción que viola los “mandamientos” que se le atribuyen a Dios o en contra de sus conductas ideales y que por lo tanto merece castigo. Calificación relativa que depende de la moda, de las costumbres sociales imperantes o de los mandatos de la religión que establece la clasificación. Para la iglesia católica todo hombre nace contaminado por el pecado original cometido por Adán y Eva al comer los frutos del prohibido árbol del “bien y del mal” que causó su expulsión -y la de todos sus descendientes- del paraíso.