La Pirámide de Saqqara es realmente un enigma. En la superficie una compleja escenografía oculta la función de sus cámaras subterráneas para producir estados especiales de percepción que impulsan los viajes astrales y la evolución de la consciencia. La utilización de campos electromagnéticos controlados por la mente de los sacerdotes más elevados nos habla del avanzado nivel de la Escuela de Misterios de ¨El Ojo de Horus¨ en esos tiempos.