El Sistema Solar se encuentra en el punto intermedio del Gran Ciclo Cósmico de 26.000 años. El corto período de intensa transformación -de 1992 al 2012 y del 2012 al 2032, 40 años o 2 Katún Oob- que los mayas llamaron “El Tiempo del No-Tiempo”. Un ”Momento Evolutivo” que tiene unas características especiales para generar estados de neutralidad en los seres humanos. Sólo la neutralidad nos permite evaluar con imparcialidad lo que hemos construido en nuestras vidas y en la manera como hemos organizado nuestra sociedad. Es así como podemos corregir los errores cometidos a nivel individual y colectivo, encontrar falsas creencias que fundamentan las decisiones equivocadas que nos producen los estados mentales negativos, el conflicto y el sufrimiento que nos impiden alcanzar la paz interior y la felicidad. Este proceso, que de acuerdo con los mayas forma parte de un Plan Superior que ordena la realidad, busca generar cambios de estado en el interior de los hombres. Cuando muchos individuos cambian, se produce una transformación de la mente colectiva que genera profundas modificaciones en la sociedad. Esto permite que surja un orden más armónico, equilibrado y solidario.
“El Tiempo del No-Tiempo” es el punto de transición del Gran Ciclo Cósmico. Sucede para que definamos deliberadamente el rumbo de la humanidad en los siguientes 13.000 años. Sin embargo, no es fácil que el hombre haga una evaluación de su vida. El ritmo de los tiempos, las preocupaciones habituales de la ”lucha por sobrevivir” y el materialismo reinante hacen que el ojo de nuestra mente permanezca enfocado hacia el exterior. Más difícil aún es lograr que dejemos de engañarnos a nosotros mismos o que tengamos la claridad suficiente para hacer una evaluación imparcial de lo que hemos vivido. Por eso son necesarios los Eventos de Destino, situaciones difíciles que cambian súbitamente la vida de las personas, incineran el Ego y la falsa identidad que -como un castillo de naipes- se ha construido durante años. Normalmente los ocasiona la perdida de un apego, de una persona que se considera indispensable para ser feliz o del trabajo que daba seguridad económica. Suceden inesperadamente por sincronicidad, caen como un ¨Rayo Despendejador¨.
Publicadas por Fernando Malkún