Muchos permanecen en estados de No-Ser semi permanentes, son habitualmente negativos, todo lo ven mal, solo perciben injusticia y pobreza a su alrededor. Su mente vive en el pasado, enfocada en la verguenza, en la culpa o en la pena. Su presente lleno de ruido permanece en la inconsciencia, cuando tienen un momento para pensar en si mismos, los envuelve la desesperanza. Su mente experimenta la ausencia de luz y la depresión.
Desde ese terrible estado de ser deciden y crean su futuro, que por supuesto solo contiene preocupación y miedo. Su frecuencia vibratoria tremendamente baja, se sintoniza con otros que mantienen estados similares, lo que amplifica y refuerza por resonancia su negatividad.
Nunca miran hacia adentro, su mente permanece enfocada en el exterior, que siempre ven oscuro y amenazador, porque su realidad es un espejo que refleja su interior. No creen tener nada que agradecer, solo quejas o súplicas mantienen una muy lejana y esporádica relación con la divinidad.
Por supuesto lo que atraen a su vida es igual de negativo, conflictos y dificultades, pobreza, soledad y enfermedad. Y cuando todo esto se manifiesta no lo reconocen como una creación propia, no se dan cuenta que viven atrayendo sus preocupaciones y solidificando sus miedos. Rechazan lo que les sucede, se sienten víctimas inocentes, sin responsabilidad alguna sobre la realidad que crearon. Buscan entonces a quien culpar, alguien que tiene la culpa de lo que les sucede. Seguramente alguna relación cercana, la pareja, un hijo o alguien más lejano en la sociedad, el alcalde, el presidente o el mismísimo Dios, de quien creen recibir un castigo injusto.
Al culpar y no asumir su responsabilidad, se convierten en víctimas. Se convencen asimismos que no tienen ningún poder, que el poder lo tiene su victimario. Utilizan su poder para auto-hipnotizarse y creer que no tienen ningún poder. Lo que los deja impotentes a merced de las circunstancias, en el terrible predicamento de tener que convencer a su victimario que cambie su conducta y les permita ser feliz.
Además, al convertirse en víctimas se encadenan al sufrimiento que los rodea. ¿Si otro es el responsable de su sufrimiento, porque van a examinar su propia conducta?. Esto les impide reflexionar sobre las decisiones equivocadas que tomaron, no pueden percibir que la causa de su sufrimiento está en su propia mente. No pueden detectar la falsa creencia, la conducta ácida y reactiva, el hábito auto destructivo o la falsa identidad que fundamentaron sus racionamientos equivocados, falsos, los que siempre les generan sufrimiento y les atraen dificultades, conflictos y problemas.
Además todos sus características negativas permanecen intactas en su mente, lo que hace que el universo entero por sincronicidad, les repita eventos similares a los que les generaron el sufrimiento que experimentan, pero cada vez más intensos. Busca de esa manera darles otras oportunidades para encontrar esas causas en su mente, para que al hacerlo las trasciendan, modifiquen su conducta, borren la falsa creencia y se produzca la evolución de su consciencia.
Sin embargo pueden continuar empeñados en ser víctimas, en ese caso el universo sigue repitiendo eventos similares en su vida, que hacen que su sufrimiento sea cada vez más intenso, lo que los conduce tarde o temprano a saturarse de sufrir. Un momento en el que aceptan que no saben como manejar su vida, abren su mente y buscan información. Es cuando ¨el alumno está listo que el Maestro aparece¨, porque van a valorar la información de Sabiduría que por sincronicidad se les entregue. Información que ilumina su mente y les permite localizar las características negativas implantadas en su mente, corregirlas y trascenderlas lo que cambia su pensamiento, sus decisiones y su conducta. Abandonan por decisión propia su negatividad y los estados de No-ser que los esclavizaban y comienzan a crearse una nueva vida y a co-crear una nueva realidad colectiva.
Si de todas maneras el universo impulsa la evolución de tu consciencia, porque decides que sea a las malas, después de muchísimas cuotas mensuales de sufrimiento. Es mejor no adoptar esa posición de víctima y asumir la responsabilidad por lo que sucede en tu vida. De esa manera puedes esforzarte en limpiar tu mente, en cambiar tu interior, lo que produce cambios positivos en tu realidad. Asumir siempre es mejor que sufrir…
Publicadas por Fernando Malkún