En 1556, cuando a Akbar le toca ascender al trono, solo tenía 13 años. Hereda un reino aún no consolidado, porque ni su abuelo Babur, ni su padre Humayun habían logrado convertirlo en un territorio seguro con limites definidos y respetados. Pero contaba con Bairam Khan, como protector, regente del reino y jefe de un ejercito poderoso y leal, que le permitiría extender la autoridad central del trono Mogol, a prácticamente toda India. Bairam Khan, originalmente llamado Bairam Beg, era la persona en quien más confió Humayun que lo conocía de toda la vida, él entro al servicio de Babur a los 16 años, igual que su padre y su abuelo. El Shah Persa Thamasb le cambia el apellido, al honrarlo con el título de Khan Khanan, que significa Rey de Reyes, una gran distinción. Ese mismo año Bairam Khan comanda el ejercito de Akbar en la segunda batalla de Panipat. En ella derrota al Rey Hindú Hemu Vikramaditya, quien a la muerte de Jalal Khan se había auto proclamado Rey de la Dinastía Suri y pretendía recuperar el reino ahora en poder de Akbar. En la batalla Hemu recibe una flecha en un ojo y cae de su elefante, lo que desmoraliza su tropa que se retira en desbandada, permitiéndole a Akbar consolidar su poder sobre Delhi.
En 1558 Akbar y Bairam Khan en una campaña tremendamente exitosa vencen y matan a Sikander Shah Suri y a su primo Ibrahim Shah, los últimos príncipes de la dinastía Suri. Gracias a esto se apoderan del hindustán y de sus importantes ciudades Lahore, Multán, el Fuerte Gwalior, Ajmer y Jaunpur, las que habían sido la fuente de poder de los turco-afganos en India.
En 1560 Akbar influenciado por su nodriza Mahan Anga y buscando tener mayor protagonismo en el reino, le ordena a Bairam Khan -quien había sido el regente del reino durante los últimos 4 años- irse a hacer la peregrinación del Hajj a la Mecca. Sus enemigos -el era un musulmán de la fé Shia rodeado por Sunnis que resentían su poder- lo asesinan en el camino. Lo reemplaza como regente y jefe del ejercito Mogol, Adam Khan, quien era el hijo de la niñera de Akbar, Mahan Anga. Todas decisiones que probaron ser errores. Adam Khan que dirige al ejercito en la batalla de Sarangpur en la que vence al gobernador Afgano Baz Bahadur, asesina sus tropas ya rendidas, junto con sus mujeres, hijos y a muchos sacerdotes musulmanes descendientes del Profeta Mahoma, causando una carnicería espantosa. Akbar se ve obligado a ir personalmente a Malwa, donde lo confronta y lo releva del mando de su ejercito, sin embargo le permite continuar siendo el regente del reino.
En 1562, Adam Khan ya llevaba 2 años como regente del Reino. En ese momento Akbar que cumple 19 años, nombra como primer ministro del reino, a Ataga Khan, el hijo de Jiji Anga otra de sus nodrizas de infancia, en quien confiaba porque también habían crecido juntos. A Mahan Anga, le disgusta el nombramiento porque había tenido roces con Jiji Anga y seguramente se lo expresa a su hijo Adam Khan, quien también sentía que ese nombramiento le quitaba poder. Acompañado por unos rufianes encuentra a Ataga Khan en el Diwan-i-Aam, la sala de audiencias del Palacio-Fuerte de Agra y lo asesina. Akbar que escucha el ruido y la conmoción causada por el asesinato, acude con su guardia imperial y escucha las razones de Adam Khan para haberlo asesinado, enfurecido por no encontrarlo justificado, le da un golpe que lo tira de espaldas desde la plataforma de la sala de audiencias, al piso del patio, 6 metros más abajo, donde queda malherido. Allí mismo ordena que sea ejecutado por su guardia imperial. 40 días después muere Mahan Anga deprimida por la muerte de su hijo y Akbar ordena la construcción de un Mausoleo para ambos en Mehrauli, el pueblo cercano a Delhi de donde provenían.
Akbar con mano fuerte toma control del reino, decidido a no perdonar debilidades, codicias ni corrupciones. A pesar de su carácter fuerte fue un hombre flexible y neutro. Instituyó una política de tolerancia religiosa y de cooperación para lograr el bienestar del Reino, que generó muchas ventajas, entre ellas un sentido de igualdad y de coexistencia pacifica entre musulmanes e hindúes. Consideraba su responsabilidad proteger las vidas y las propiedades de Musulmanes, Budistas, Jainistas, Zoroastrianos Persas, Hinduistas e incluso católicos. Concedió permiso para que cada quien siguiera su propia religión y adorara sus dioses de acuerdo a sus creencias. No solo eso, sino que ordenó que se distribuyera el 3% de los impuestos del reino, entre los Bramanes Hindúes y los sacerdotes de las demás religiones para su mantenimiento y el de sus templos. Akbar se veía a asimismo como señor y protector de todo su pueblo, creía que los oficiales que administraban su reino tenían la obligación de proteger los templos de todas las religiones.
Fue muy tolerante y alentó los matrimonios entre musulmanes e hindúes. Inmediatamente ascendió al trono el mismo tomó como una de sus esposas a Jodha Bai, una princesa Rajput hija del Raja Bharmal, el Rey Kacchwaha de Amber -hoy Jaipur-, quien daría a luz a Jahangir el heredero de su trono. Luego de su matrimonio convierte a sus cuñados y a sus hijos en nobles de su corte, donde se convierten en sus leales alfiles. Instituye de esta manera una costumbre en la que los Reyes Rajput casan a sus hijas con los emperadores Mogoles, para construir alianzas que favorecían sus reinos ante los de sus vecinos.
En 1564 un poderoso clan de jefes Uzbekos -descendientes de quienes habían expulsado a su abuelo Babur de Asia Central- se rebela contra Akba quien los derrota y luego buscando conciliar con ellos los perdona. Sin embargo al poco tiempo se vuelven a rebelar y Akbar vuelve a vencerlos y a perdonarlos nuevamente. Se rebelan una tercera vez proclamando como emperador a su medio hermano Mirza Muhammad Hakim -el segundo hijo de Humayun- quien en ese momento era el gobernador de Kabul y había llegado al Punjab a apoyar la rebelión de los Uzbekos. Akbar con la paciencia agotada derrota a su hermano, perdona su traición y le permite regresar a Kabul para continuar gobernando esa provincia. A los jefes Uzbekos -como ejemplo para todo el mundo- los ejecuta haciendo que los elefantes de su ejercito les pasaran por encima. Ese mismo año se apodera de Chauragarh, la capital del Reino de Gondwana -una pequeña región en el centro de la india- y de su inmenso tesoro de oro, plata, joyas y de 1000 elefantes que incorporó a su ejercito.
En 1567 Akbar consideró al reino Mewar de Rajastán, un peligro potencial para la seguridad de su imperio, porque no podía permitir que existiera un centro de poder rival en su flanco izquierdo, tan cerca de Delhi. Allí gobernaba Udai Singh II, un descendiente del Maharana Sangram Singh quien se había enfrentado a su abuelo Babur en la batalla de Khanwa. Akbar sitia su fortificada capital Chittor durante 4 meses, buscando la rendición de su rey, su aceptación de la supremacía mogol y el pago de un tributo anual por permitirle continuar gobernando. Sin embargo Udai Singh II, no acepta, Akbar ataca a la ciudad que cae, es saqueada y destruida por sus tropas. Ordena luego que corten las cabezas de los sobrevivientes y que las cuelguen como advertencia en las torres de las ciudades que Udai Singh II dominaba en esa región. Acaba así con el gran poder y la influencia del Rey Mewar. Sin embargo este logra escapar y sin darse por vencido, construye una nueva capital que llamó Udaipur, mucho más fácil de defender en un lugar rodeado de lagos artificiales y defendido por las montañas de Aravalli.
En 1568, para sellar su dominio sobre la región Rajputana -hoy Rajastán- Akbar sitia la que se creía la más poderosa fortaleza en India, el fuerte de Ranthambore, gobernado por otros Reyes Rajput, los Hada. Dos meses después se rinden y se declaran vasallos de Akbar, igual que casi todos los otros Reyes Rajput de Rajputana. Solo el Clan de los Sisodia del Reino Mewar, ahora en Udaipur sigue resistiéndosele, pero con su poder muy disminuido, Akbar decide dejarlos tranquilos. Mas tarde en el tiempo y por las ironías de la historia, un nieto de Akbar, el Principe Khurram quien posteriormente ascendió al trono Mogol con el nombre de Shah Jahan, vivió 2 años en el palacio de Jag Mandir en Udaipur, que aún seguía siendo un reino independiente y soberano. Se exilió allí para refugiarse de la ira de su padre -el Emperador Jahangir- luego de fracasar en su intento de apoderarse del trono. Permaneció en el Reino Mewar protegido por el Maharana Jagat Singh I, un nieto de Udai Singh II, hasta que su insurrección fue perdonada por su padre.
En 1569 su esposa Padmini -una princesa Rajput, hija del Raja Bharmal de Amber- da luz a su primogénito, a quien llama Salim, después de muchas oraciones de Akbar que necesitaba un heredero. Lo llaman Salim en honor al Sheikh Salim Chisti, un sabio Sufi que vivía en Sikri, al que había acudido para que intercediera por su deseo de tener un heredero en sus oraciones. Akbar en agradecimiento convierte a la hija del Sufi en la nana del principe Salim -quien ascendería al trono como Jahangir- y además construye allí un Fuerte-Palacio y una ciudad dentro de sus murallas, el de Fatehpur Sikri, – que quiere decir ¨la ciudad de la victoria¨, para celebrar además su triunfo militar sobre todos los Reyes de Rajputana. Allí traslada desde Agra, su capital en 1571.
En 1572 Akbar mueve su ejercito primero a Gujarat -la región entre Rajputana y Malwa, los reinos que ya había vencido- decidido a apoderarse de una región rica en agricultura, en fabricación de textiles, con puertos sobre el Mar de Arabia que tradicionalmente habían conectado a India con los centros mercantiles en Asia, Africa y Europa. Su ejercito ocupa Ahmenabad, la capital de Gujarat, donde ya muy viejo moriría años más tarde.
En 1575 hace lo mismo en Bengal, que tenía puertos maritimos similares a los de Gujarat, pero sobre la bahía de Bengala. En su capital Tandah vivían refugiados muchos nobles mogoles rebeldes, que habían servido al desparecido emperador pashtun Sher Shah Suri y que conservaban su poder bajo el gobierno de Sulaiman Khan Karrani, cuyas fuerzas son destruidas por el ejercito Mogol en la batalla de Tukaroi. Luego Akbar decide descansar de sus conquistas y regresa a Fatehpur Sikri, donde permanece por los siguientes 6 años viendo crecer a su hijo, el Principe Salim.
En 1579 reafirma su tolerancia religiosa al suspender el impuesto religioso del Yizha, que se cobraba a los que no eran musulmanes en todo el reino. Akbar fue un librepensador y un místico, con un temperamento muy melancólico. En la Ibadat Khana,la casa de oración del Palacio de Fatehpur Sikri, reunió muchas veces en asamblea a los sacerdotes más importantes de todas las religiones, para realizar debates sobre filosofía. Mantuvo a su lado como consejero al sabio sufi Sheik Tajuddin y tenía regularmente reuniones privadas con sabios y santos hindúes, ascetas jainístas y monjes budistas. De esas disquisiciones formula el Din-i-Elahi, más que una doctrina religiosa que mezcló elementos de todas las religiones, fue un sistema ético que prohibía la lujuria, el orgullo, el odio y el sacrificio de animales. Buscaba la purificación del alma a través de la meditación, el ayuno, la gentileza y la humildad. Los sacerdotes islamistas la consideraron una blasfemia, lo que alentaría una nueva rebelión de su medio hermano Muhammad Hakim Mirza y años más tarde de su propio hijo Jahangir.
En 1581 su medio hermano Muhammad Hakim Mirza, el gobernador de Kabul, quien ya lo había traicionado una vez, lo considera un peligro para el islamismo por su liberalismo religioso. En total desacuerdo con su practica religiosa en la que públicamente mezclaba Islamismo, Hinduismo, Jainísmo y Sikhismo, promulga un Fatwa, un decreto sagrado en el que llama a la insurrección general de todos los musulmanes e invade el Punjab. Akbar se ve forzado a movilizar su ejercito para neutralizarlo, lo que termina enfrentándolos en una batalla cerca a Lahore, donde lo derrota, lo que le permite entrar triunfante en Kabul. Allí deja a su hermana Bakht-un-Nisa Begum encargada de gobernar y regresa a India, no sin antes perdonar nuevamente a su medio hermano, que más tarde vuelve a encargarse de su administración -detrás de ella que era la figura pública- hasta 4 años después cuando Muhammad muere. En ese momento Akbar reincorpora Kabul oficialmente a su imperio.
En 1585 se ve forzado a regresar con su capital a Agra. El lugar donde construyó el Palacio Fatehpur Sikri era desértico, difícilmente defendible y sin recursos hídricos inmediatos, recibía el agua a través de un largo canal desde un río lejano. Esto probo ser un talón de Aquiles militar y además el río que proveía el agua disminuyó su caudal, lo que lo forzó a abandonarlo.
En 1586 qel hijo de Akbar, el Principe Selim -el futuro emperador Jahangir- se casa a los 17 años con Manmati Baiji Lall, la décima hija del Raja Udai Singh Rathore, Rey de Marwar -hoy Jodhpur- quien seis años después -en 1592- da a luz al Principe Khurram, el nieto de Akbar, quien gobernaría años después como el Emperador Shah Jahan. Su nombre lo escogió su abuelo Akbar con quien mantuvo una estrecha relación. De hecho vivió con ellos sus primeros 13 años de vida, fue muy amado por su abuelo Akbar y por su abuela la emperatriz Ruqaiya, hasta la muerte de Akbar en 1605, cuando se le permitió vivir con su padre Jahangir y con su madre Manmati. Mientras Akbar agonizaba no se separo de su lado hasta su muerte, a pesar que su vida como príncipe podía peligrar a manos de los oponentes de su padre, durante las intrigas del período de transición entre un emperador y el siguiente.
En 1593 Akbar le da refugio como exiliado al Principe Rostam Mirza, cuando huye de Persia luego de tener un enfrentamiento con su familia en Isfahan. El príncipe jura aliarse a los mogoles, recibiendo como premio el rango de comandante de 5.000 hombres y el gobierno de la región de Multán. Esto alienta al gobernador de Kandahar, Mozaffar Hosayn, quien era un vasallo del Shah Abbas de Persia a hacer lo mismo. Establece una alianza con Akbar que casa a su nieto, el Principe Khurram, con la hija de Mozaffar Hosayn y además le entrega el rango de comandante de 5.000 hombres en el ejercito Mogol. Akbar recibe Kandahar sin entrar en guerra con los persas, con quienes sigue manteniendo una excelente relación. Solo que el equilibrio de fuerzas entre los dos reinos ahora se inclinaba a favor de los Mogoles, porque Akbar había logrado consolidar en 37 años de reinado, un gigantesco imperio.
En 1600 mientras el estaba en campaña lejos de Agra su hijo, el Principe Salim ya con 31 años, impaciente por el poder, se rebela y buscando apoderarse del trono establece su propia corte en Allahabad, el intento es controlado y se logra una reconciliación. Sin embargo impaciente se vuelve a rebelar declarándose nuevamente emperador en 1602. Incluso hace ejecutar al que escribía las memorias de Akbar, cuando este lo envía para buscar un acuerdo pacifico entre ambos.
En 1605, Akbar enferma de disentería lo que comienza a generar una lucha por el trono entre el Principe Salim y su hijo Khusrau Mirza -que tenía 17 años de edad- quien contaba con el apoyo de muchos nobles de la corte. El enfrentamiento entre padre e hijo se complicó aún más porque la madre de Khusrau, Manbai -una princesa Rajput hija del Maharaja Bhagawant Das, el Rey de Amber- ante el comportamiento de su hijo con su esposo, se suicida envenándose, lo que disgusta enormemente al Principe Salim, que permanece 4 días sin comer ni beber, en duelo por la muerte de su esposa. Akbar para medir augurios, arregla una pelea entre elefantes pertenecientes uno a su hijo y el otro a su nieto. En medio de los abucheos de los que apoyaban a uno u otro lado, el elefante del Principe Salim gana y Khusrau se comporta groseramente con su abuelo Akbar. El emperador se molesta y su enfermedad empeora, poco después se quita su turbante y se lo coloca al príncipe Salim, un signo que todos entienden. Al día siguiente cumplió 63 años, 10 días después, muere en Agra.
JAHANGIR
En 1606, luego de la muerte de Akbar, el Príncipe Salim asciende al trono Mogol como el emperador Jahangir. Khusrau su hijo, que también lo pretendía, se rebela y busca apoderarse de Lahore. Jahangir lo enfrenta en la batalla de Bhairowal, lo toma prisionero y ordena que empalen a los comandantes del ejercito que siguieron sus ordenes y que a él lo dejen ciego, para que nunca más pueda rebelarse y reclamar el trono. Sin embargo Jahangir al saber que no había quedado totalmente ciego, arrepentido envía sus propios médicos a sanarlo, quienes logran salvarle un ojo y lo encarga de asuntos administrativos en su corte.
Jahangir continuó la política de tolerancia religiosa y de respetó por sus sacerdotes y templos, que su padre Akbar había instituido. Tanto los musulmanes Shias como los Sunnis eran bienvenidos en su corte y fueron sus ministros de estado. Sin embargo no fue tan tolerante como Akbar como lo demostró con el enfrentamiento que inició con los Sikhs del Punjab debido a que Su líder, el Guru Arjan Dev, -el quinto de los Gurus que escribieron el libro sagrado Sikh, el Granth Sahib- apoyó, bendijo y le deseó buenos augurios a su hijo rebelde Khusrau, cuando se rebeló aspirando al trono. En su autobiografía Tuzk-i-Jahangiri -que escribió en persa- Jahangir escribió que además el Guru con sus prédicas de profeta estaba cautivando a muchos en el Punjab a que se convirtieran a su fé alejándose del islam -la religión oficial del imperio- y eso no lo consideraba aceptable. Jahangir con el pretexto que debía remover toda referencia islámica e hindú de su libro Sagrado, ordena que lo torturen por 5 días haciéndolo sentar en una plancha de hierro hirviente, para que acepte hacerlo. Sin embargo el Guru Arjan Dev se rehusa a lo que piden y lo ejecutan.
En 1611, en el sexto año de su reinado, Jahangir que mantuvo un harem con 800 mujeres, se casa por última vez -llego a tener 20 esposas- con la viuda de un oficial persa, Nur Jahan, luz del mundo. Una mujer hermosa y muy inteligente que supo aprovechar el alcoholismo y a la adicción al opio de Jahangir para convertirse en el poder real detrás del trono. Asiste a su lado a las audiencias reales, lo acompaña a cazar tigres y gracias a su poder logra expandir la cultura persa en India, fue la única emperatriz Mogol que tuvo monedas de plata acuñadas con su nombre.
En 1612 el Príncipe Khurram -a sus 20 años- se casa con Arjumand Banu Begum, llamada también Mumtaz Mahal, quien se convertiría en su principal esposa. Con ella – que era la hija de Asaf Khan, el hermano de Nur Jahan- tuvo 14 hijos, de los cuales solo 7 llegaron a adultos. Ella se convierte en su consejera y su confidente, tanto que cuando el Príncipe Khurram ascendió al trono llego a ser consultada en asuntos de estado y la responsable del sello imperial, lo que le permitió revisar todos los decretos de estado antes de que fueran sellados y promulgados.
En 1613 -buscando consolidar aún más su poder- Nur Jahan ambiciosa y dominante, casa la hija de su primer matrimonio, Ladli Begum con Shahyrar, el hijo menor que Jahangir tuvo con Yasmin, una de sus concubina reales, quien era débil y fácil de controlar. Esto le provocó la enemistad del Principe Khurram que lo interpretó como una estrategia para evitar que él heredara el trono Mogol, a pesar que ella era la tía de su principal esposa. Resintió además el ascendente que ella había logrado sobre su padre y la predilección que ella quería que este tuviera por su yerno Shahyrar, su medio hermano.
En 1615, Jahangir establece relaciones diplomáticas entre el Imperio mogol y el Imperio Británico, que envía a Sir Thomas Roe como embajador -quien en su autobiografía deja mucha información sobre la corte mogul- además de relaciones comerciales con la compañía East India. Le otorga a esta el permiso para utilizar el puerto marítimo en Gujarat y el derecho de establecer depósitos y fábricas en Ahmedabad y en Agra.
En 1618 nace el tercer hijo del Principe Khurram al que llamó Aurangzeb, quien se convertiría años más tarde en el sexto emperador Mogol.
En 1622, Shah Abbas, de la dinastía Persa Safavid, sitia a Kandahar y Nur Jahan le ordena al Principe Khurram, que como comandante del ejercito acudiera en su defensa, pero él convencido que ella aprovecharía su ausencia para envenenar a su padre y hacer que Shahyrar se convirtiera en emperador, no cumple sus ordenes. Las intrigas entre Nur Jahan y el Principe Khurram ocasionan la caída de Kandahar en poder de los persas y la perdida para el Reino Mogul de las rutas comerciales hacia Afganistán, Persia y el Asia central. Además el imperio queda expuesto a las invasiones de los Uzbekos provenientes de Asia central y de los Persas, al noroeste de Kandahar, que ese enclave militar mantenía a raya.
También en 1622, el Principe Khurram a espaldas de su padre hace que un sirviente asesine a su medio hermano Khusrau, tuerto como resultado del castigo por su rebelión, que tenía en ese momento muchos seguidores en la corte y cuyo hijo hijo Dilawar era el nieto favorito de Jahangir. Hace que entierren en Burhanpur liberándose así de otro contendor al trono que Nur Jahan ya había utilizado en sus intrigas en contra suya. Años atrás ella le había ofrecido en primera instancia a Khusrau que se casara en segundas nupcias con la hija que tuvo en su primer matrimonio, ofreciéndole que si lo hacía, lo apoyaría para que se convirtiera en el heredero de Jahangir. Sin embargo el amaba de manera extraordinaria a su única esposa, que lo había acompañado incluso en la celda durante los años que estuvo prisionero, por lo que no deseaba tener más esposas y rechazó la oferta de Nur Jahan. En una época en que la poligamia era socialmente aceptada, el rechaza por amor una oferta que le habría garantizado el trono, lo que obligó a Nur Jahan a casar a su hija con Shayrar. En la dinastía fundada por Babur y consolidada por Akbar el Grande, el acceso al trono se convirtió en un acto sangriento y fratricida que terminaría por deshacer el imperio, algo que los agentes externos nunca lograron.
En 1623, al Jahangir enterarse que Khusrau había sido asesinado por Khurram, entra en furia contra el y ordena que se presente en la corte, hace desenterrar el cuerpo de su hijo en Burhanpur y lo sepulta con el de su madre en un mausoleo en Allahabad. Sin embargo el miedo del Principe Khurram a la furia de su padre y al poder de Nur Jahan -conociendo sus secretas intenciones de convertir a Shayrar en emperador- lo llevan a rebelarse y a buscar apoderarse del trono. La rebelión -que puso en peligro a toda la dinastía- fue controlada por el general Mahabad Khan enviado por Jahangir a someter a su hijo. Quien gracias a su éxito es ascendido a comandante del ejercito Mogol. Nur Jahan resentida por el éxito y el prestigio del general actúa contra el y buscando humillarlo lo acusa de conducta desleal.
En 1626 las acusaciones de Nur Jahan logran que Mahabad Khan, también se rebele y capture a Jahangir cuando este se dirigía con un pequeño contingente de soldados de su guardia imperial, vía Kashmir hacia Kabul. Nur Jahan personalmente comanda otro contingente del ejercito desde un elefante de guerra para liberar a su esposo, pero fracasa en su intento y cae también prisionera de Mahabad Khan. Sin embargo gracias a sus astucias logra escapar con Jahangir de su captor y juntos ya en libertad, retoman el mando del ejercito mogol y logran desbandar las tropas de Mahabad Khan.
En 1627, el Principe Khurram se rebela por segunda vez buscando apoderarse nuevamente del trono, pero Jahangir lo vence forzándolo a rendirse incondicionalmente. Con tanta emoción, debilitado por su adicción al alcohol y al opio, Jahangir se resfría, cae enfermo de bronquitis y muere camino a Lahore. Esto desencadena una guerra entre Shahyrar apoyado por Nur Jahan y el Principe Khurram por la sucesión al trono. Nur Jahan y Shahyrar se encuentran en Lahore y ella logra que ascienda al trono, el toma control del tesoro real y reparte una enorme cantidad de dinero entre los nobles de la corte para asegurar su apoyo ante su medio hermano el Principe Khurram. Alcanzo a reinar durante dos meses. El hermano de Nur Jahan, Asaf Khan -quien era el Padre de su principal esposa Arjumand Banu Begum o Mumtaz Mahal- y el primer ministro de Jahangir, apoya a su yerno el Principe Khurram. Llega a Lahore y confina bajo guardia a Nur Jahan en sus habitaciones, impidiendo sus intrigas políticas. Khurram vence a Shahyrar en batalla, entra triunfante a Lahore donde ordena a Asaf Khan -su suegro- su ejecución, la de sus 4 hijos y la de sus primos, hijos de su tío Daniyal -el tercer hijo de Akbar- que se habían puesto de su lado, terminando así con todos los familiares hombres que podrían disputarle el trono. El Principe Khurram asciende al trono con el nombre de Shah Jahan, que Jahangir -para honrarlo- le había dado, convirtiéndose en el V Emperador Mogol. Nur Jahan pasaría los siguientes 18 años confinada en Lahore con su hija Ladli Begum -la viuda de Sahyrar- hasta su muerte -en 1645- a la edad de 68 años.