En 1628, a los 36 años de edad, el Principe Khurram ascendió al trono como Shah Jahan Bahadur -que significa ¨Rey del mundo¨ nombre que le dio su padre Jahangir para honrarlo por sus triunfos como líder militar sobre los Reyes Rajput de Rajputana y sobre la dinastía de Ibrahim Lodi- convirtiéndose en el V Emperador del imperio Mogol.
Shah Jahan manifestó un talento extraordinario como constructor. En su arquitectura de mármol blanco, que utilizó para construir resplandecientes palacios dentro del fuerte Rojo de Agra, en Shahjahanabad -la magnifica ciudad que construyó en Delhi- y en una de las 7 maravillas del mundo: el Taj Mahal, logró una mezcla perfecta, una síntesis de los estilos Persa, Hindú e Islámico. Su exquisito gusto le permitió equilibrar las coloridas incrustaciones de piedras semipreciosas en los muros de mármol con espacios limpios, sin adornos, soportados por columnas sobrias que sostienen arcos impecables. Remató las torres de sus fuertes con graciosos domos islámicos y convirtió sus construcciones de piedra arenisca roja -como la sala de audiencias públicas, Diwan-i Khass en Agra, el Fuerte Rojo y la mezquita de Jama Mahid en Delhi, las mezquitas Wazir Khan y Moti Masjid en Lahore- en elegantes demostraciones de un nuevo orden.
Shah Jahan también mantuvo una fascinación por las joyas. Le encantaba lucirlas para demostrar su poder y su riqueza. Gobernó desde el imponente trono del Pavo Real -que diseñó rebosante de diamantes, perlas, rubíes, zafiros y esmeraldas- rodeado por su corte sentada sobre tapetes de seda y cojines con brocados, en altísimos espacios conformados por arcos laminados en oro y plata.
Le encantaba la pintura -por eso mantuvo artistas provenientes de muchísimos lugares- con las que adornó los salones de sus palacios. Le gustaba que lo pintaran, pero no como un hombre, sino como un símbolo de realeza. Quizo que lo vieran y lo recordaran sin los defectos de los seres humanos, perfecto como una joya. Gracias a su personalidad hedonista, todas las artes florecieron durante su reinado, una época de esplendor y opulencia que convirtió a India en el centro cultural más avanzado del mundo de ese entonces.
La abundancia en el tesoro real -recibía impuestos de más de 100 millones de súbditos- le permitió mantener un enorme y poderoso ejercito, una infantería de un millón de hombres y una caballería de 200.000 jinetes -organizados con el sistema Mansabdari que instituyó su padre Akbar- comandados por príncipes y nobles, que le dieron un período de estabilidad general al Reino. Construyó muchos fuertes en sitios estratégicos, defendidos por sofisticados cañones que fundían en serie en complejos industriales, donde también fabricaban millones de espadas, pistolas, rifles y piezas de artillería.
En 1631 emplea ese ejercito para atacar el fuerte portugués que defendía el puerto marítimo de Ganga. Llamado así por su ubicación sobre la desembocadura de ese río a la bahía de Bengala. Lugar a solo 40 kms de Calcutta, donde se establecieron los Británicos posteriormente por su estratégica localización, momento en que le cambiaron el nombre a Port Hooghly. Los Portugueses habían recibido 52 años antes -en 1579- un permiso de Akbar, para establecer allí un puerto comercial, que ellos abusando de su poder militar utilizaron para el comercio de esclavos y para la conversión forzada de musulmanes e hindúes al catolicismo, algo que le pareció terrible a Jahangir. Allí tenían una fortificación militar defendida por cientos de cañones y barcos armados hasta los dientes, que los hizo sentir tan fuertes que dejaron de pagar el tributo anual acordado al imperio Mogol, lo que colmó la copa. Shah Jahan le ordenó al gobernador de Bengala, Qasim Khan que expulsara a los Portuguese para siempre de allí. A pesar de todas sus fortificaciones -en 1632- las banderas del imperio ondearon en las almenas de ese fuerte.
En ese mismo año de 1631, Shah Jahan experimentó el más difícil evento de destino de su vida, que lo sumergió durante mucho tiempo en una profunda depresión. La principal y mas amada de sus tres esposas, su compañera inseparable y confidente, la Begum, Arjumand Banu, a quien el llamaba Mumtaz Mahal que significa ¨Joya del Palacio¨ muere de hemorragia post parto, dando a luz a su catorceava hija, Gauhara Begum. Su muerte después de 22 años de matrimonio, estando aún muy joven -solo tenía 40 años- lleva el alma de Jahangir a vivir una negra y larga noche.
En 1632 inconsolable decide honrar su memoria con un gran mausoleo sobre la ribera del río Yamuna, frente al Fuerte Rojo en Agra, donde vivió los primeros años de su reinado hasta que terminó de construir la nueva ciudad de Shahjahanabad. Hoy el Taj Mahal es considerado el mausoleo más hermoso del mundo, sus dos arquitectos el persa Ahmed Shah Lahwari y el veneciano Geronimo Veroneo, emplearon 22.000 obreros y 20 años para terminarlo. Shah Jahan hizo traer el mármol blanco desde Makrana en Rajputana a 400 kms de Agra a lomo de elefante, utilizó 1000 elefantes para mover los materiales utilizados en su construcción. Importó Turquesa del Tibet, Lapiz Lazuli de Afganistán, Jade de China y Zafiro de Sri Lanka para darle forma y color a las flores y a las frases del Corán, que el Taj Mahal tiene incrustados en sus muros de mármol. El simétrico monumento resalta con su blancura sobre el verde de la naturaleza que lo rodea y sobre el azul profundo del cielo.
En 1633 impone la Sharia, los códigos morales que permiten diferenciar el bien del mal y las leyes religiosas del Islamismo -consideradas de origen divino- a todos en India por igual, sin importar si profesaban una fe distinta. La Sharia enumera los deberes que debe cumplir y la conducta a la que debe ajustarse todo musulmán en asuntos sociales, de política, justicia, economía y en asuntos personales como relaciones sexuales, higiene, dieta, oración y ayuno, así como los castigos que merecen sus violadores como latigazos, la cercenación de las manos o el apedreamiento hasta la muerte. La Sharia se deriva del Corán y de la predica del profeta Mahoma recopilada por sus seguidores e interpretada -a través del consenso- por la Ulema, el consejo de eruditos islámicos de cada comunidad.
Shah Jahan fue un musulmán ortodoxo que puso fin a las políticas religiosas liberales de su abuelo Akbar y de su padre Jahangir, utilizó el poder del estado para imponer la supremacía islámica, sus creencias, festivales religiosos y sus leyes. Con ese propósito en mente prohibió a las otras religiones la construcción de nuevos templos o la reparación de los que ya existían. Aprovechó además cualquier insurrección, protesta social o religiosa para ordenar la demolición de sus templos, especialmente los de los Hinduístas.
En 1634, Shah Jahan cazaba cerca de Amritsar, la capital Sikh, en terrenos cercanos a donde acampaba el Guru Har Gobind, un hijo del Guru Arjan Dev a quien Akbar respetó como a un santo -lo visitó como amigo en 1598- y Jahangir condenó a la tortura y la muerte. El halcón de Shah Jahan vuela al campamento de los Sikhs y es atrapado por ellos. Los cazadores reales demandan su entrega pero los Sihks, molestos por sus maneras imperativas, amenazantes y seguramente por el antecedente de la ejecución de su anterior Guru- se niegan a entregarlo. Shah Jahan se enfurece y ordena al general Mukhlis Khan -que comandaba una caballería de 7.000 jinetes- que le trajera el halcón y al Guru Har Gobind, desencadenando una guerra en la que murieron miles de personas en ambos bandos. Los Sikhs -a raíz de la muerte del Guru Arjan Dev- se habían organizado como fuerza militar, su Guru -que ahora portaba dos espadas, la ¨Piri de su autoridad espiritual para defender inocentes y la ¨Miri¨ de su autoridad temporal material para matar opresores- se transformó en un experto en artes marciales. Convirtió su pueblo en un ejercito y construyó una fortaleza en Amritsar, ¨la Fortaleza de Acero¨, bajo su propia bandera, como si fuera un estado independiente dentro del imperio mogol. Muchas batallas se libraron alrededor de Amritsar, sin embargo al final el ejercito mogol fue derrotado y el general Mukhlis Khan muere en la guerra.
Shah Jahan buscando vengarse nombra a Painde Khan, un Sikh que había crecido con el Guru Har Gobind y que era su enemigo jurado, al comando de un contingente aún mayor del ejercito mogol, sin embargo el Guru también lo derrota y lo mata en batalla. Para evitar más derramamientos de sangre, el Guru abandona Amritsar y se retira con su familia a Kiratpur, una pequeña aldea en medio de la naturaleza. Shah Jahan ocupado con una rebelión en Orcha decide enfriar el problema, lo que permite al Guru Har Gobind vivir en paz hasta que muere 10 años más tarde.
En 1635 Shah Jahan envía a su hijo el Principe Aurangzeb -en ese entonces con 17 años de edad- al comando del ejercito a Orcha para aplacar la rebelión de su Rey Jujhar Singh. Aurangzeb sitia la ciudad, se apodera de ella y toma prisionero al Rey. Como recompensa Jahangir le concede su primer mando permanente, un Mansabdari sobre una caballería de 5.000 hombres, le permite usar una carpa roja en los campamentos del ejercito, que era una prerrogativa imperial y lo nombra Viceroy de Deccan -su nombre viene del sánscrito Daksina que significa sur- la gran planicie al sur de la India, entre los Ghats, las dos cordilleras costeras que la limitan, para que la gobierne en su representación. Así Aurangzeb comienza a convertirse en un guerrero y en un estratega militar, mientras su místico hermano mayor Dara Shikoh, permanece en Delhi al lado de su padre estudiando filosofía, buscando trascender en medio del materialismo mogol. Sin embargo al caer la tarde, a la hora de la devoción musulmana, Aurangzeb desplegaba su alfombra para la oración y se arrodillaba, rodeado por su guardia personal, abstraído de la batalla que sucedía a su alrededor, despertando la admiración incluso de sus propios enemigos.
En 1638 Shah Jahan retoma Kandahar y logra mantenerla en su poder hasta 1649 cuando Abbas II el Shah de Persia la reconquista nuevamente, en el tira y afloja que los dos reinos mantenían sobre esa ciudad fronteriza, cercana a Isfahan. Babur tomó sus fortificaciones, para luego perderlas a manos de los Persas, luego Akbar recuperó la ciudad y Jahangir volvió a perderla cuando Nur Jahan se enfrentó a Shah Jahan, que en ese entonces era solo el Principe Khurram. Ahora como emperador vuelve a recuperarla. La fortaleza de Kandahar en el sur de Afganistán, siempre fue importante para el comercio, era un punto obligado de paso para miles de camellos en caravanas, que iban y venían de Persia, Asia Central, India y Turquía.
En ese mismo año termina la construcción de su ciudad amurallada, Shahjahanabad, una gran metrópoli con grandes avenidas, jardines, fuentes, canales de agua, palacios para los nobles y la roja mezquita de Jama Mahid. Allí mueve su capital desde Agra, estrena los palacios de mármol blanco dentro del recién construido Fuerte Rojo -el doble de grande del Fuerte Rojo de Agra- con 11 puertas de acceso y 27 torres que protegían sus murallas.
En 1642 amplió el jardín que había construido años atrás para su padre Jahangir, alrededor del palacio real de verano en Sriganar, Kashmir. El jardín que llamó en ese entonces Farah Bakhsh que significa ¨Dador de Gozo¨, tenía originalmente mas de 100 especies de plantas alrededor de una fuente natural de agua que utilizó para construir un enorme lago artificial, el Lago Dal. A Shah Jahan le encantaban los grandes jardines y durante su reinado conectó el lago artificial de ese jardín, con el río Ravi a través de un largo canal que adornó con decenas de fuentes verticales de agua y con largos setos de flores, logrando convertirlo en el gran Jardín de Shalimar, que significa ¨Hogar del Éxtasis¨. En su centro construyó una isla, ¨El Mahtabi¨, que utilizó para mirar la luna mientras escuchaba la música que tocaba la orquesta del palacio.
En 1651 Shah Jahan termina la construcción del Taj Mahal, el edificio de blanco mármol, que comenzó a construir en 1631, una obra que le tomo 20 años.
En 1656 Aurangzeb decide apoderarse del sultanato de Golkonda donde reinaba en Hyderabad su capital, el sibarita Abdullah Qutb Shah, un rey débil que tenía un primer ministro poderoso, el Vizier Mir Jumla, un persa, que se había hecho impresionantemente rico monopolizando el mercado de diamantes. Las tropas de Aurangzeb invaden Hyderabad, el sultanato estaba en su poder cuando Shah Jahan -influenciado por su hijo Dara Shikoh y su hija la Begum, Janahara Sahib que querían la paz y detener el uso de la fuerza- decide perdonar a Qutb Shah y devolverle su poder, lo que enfurece a Aurangzeb. Entretanto Mir Jumla le envía a Shah Jahan el espectacular diamante Koh-I-Noor y cambio recibe el nombramiento de primer ministro de todo el Hindustan, un cargo con un poder similar al de Aurangzeb. El Koh-I-Noor fue extraído de la mina Kollur propiedad de la dinastía Kakatiya que gobernó el sur de la India de 1.083 al 1.323 DC quienes lo pusieron en la frente de la Diosa Durga en un templo hinduísta en su capital Orugallu. El templo es destruido en una invasión, el diamante robado termina en manos de Ibrahim Lodi, el Sultán de Delhi, quien lo pierde a manos de Babur, el primer emperador Mogol. Su hijo Humayun se lo entrega al Shah Thamasb de Persia a cambio del ejercito de 14.000 hombres con el que recupera Kabul. El Shah antes de morir en 1657, lo cambia por decenas de diamantes pequeños de las minas que controlaba Mir Jumla en Golkonda, mucho más fáciles de negociar y así el Koh-I-Noor regresa a India y por esas extrañas cosas del destino, cae en manos de Shah Jahan, quien lo coloca con orgullo en su trono del Pavo Real.
En 1657 el Koh-I-Noor activa el deseo y la codicia de Shah Jahan por tener más diamantes y por eso cambia de opinión con relación a los Sultanatos de Golkonda y de Bihar, ordenándole a Aurangzeb que se apodere de sus minas de diamante, le da carta blanca a para que invada nuevamente. Las tropas de Aurangzeb ya estaban en sus fronteras dispuestas a invadir, cuando Shah Jahan reversa nuevamente su decisión influenciado por Dara Shikoh, lo que colma la copa de Aurangzeb. Una nube oscura se cernía sobre la familia reinante y con ella, sobre toda India.
En 1658 después de los festejos de sus 30 años de reinado, Shah Jahan a sus 65 años de edad cae enfermo de la próstata imposibilitado para orinar y con fiebre alta. El mayor de los 4 hijos de Mumtaz Mahal, Dara Shikoh, el favorito de Shah Jahan, que en ese momento tenía 42 años -un intelectual en búsqueda espiritual que tradujo al persa los Upanishads, libros sagrados que contienen la esencia filosófica del hinduísmo, lo que demuestra su liberalismo religioso y sus inclinaciones, aunque su pasión era el misticismo sufi- se hace cargo del trono de su padre. Esto lo enfrenta a sus tres hermanos a quienes su padre mantenía relegados en territorios distantes para proteger a su preferido y con quienes mantuvo desde niño una atmósfera de ácida rivalidad. Sin embargo en este momento esto era un arma de doble filo porque los tres eran virtualmente soberanos independientes en segmentos poderosos del imperio, incluso con su propio ejercito. Su rebelión ocasionaría un choque de gigantes y podría traer como consecuencia una guerra civil.
En la expectativa por la pronta muerte de su padre, Shah Shuja que gobernaba Bengal, Bihar y Orissa, dedicado al vino, las mujeres y la guerra, que además seguía la fe Shia contraria a la Sunny de Aurangzeb, se declara emperador y decide marchar sobre Delhi. Dara envía su Hijo Sulaiman Shikoh que tenía solo 22 años, al comando de un fuerte contingente del ejercito imperial, acompañado por Jai Singh, el Maharana de Mewar, con ordenes de llegar primero que Shuja a Varanasi y detener su marcha sobre Delhi. Efectivamente llegan primero y Sulaiman al amanecer toma por sorpresa al ejercito de su tío y lo desbanda, quien derrotado logra huir en una balsa por el Ganges, logrando llegar a Patna, la capital de Bengal donde tenía más tropas a su disposición.
En 1658 Aurangzeb -que en ese entonces tenía 39 años y hasta ese momento no había movido sus tropas, ni realmente traicionado a Shah Jahan- realiza su jugada, con toda una vida de experiencias militares, hace prisionero a Mir Jumla y se apodera de sus tropas, su artillería y sus riquezas. Le avisa a Murad que gobernaba Gujarat y Malwa que marche sobre Delhi, que el haría lo mismo desde el Deccan y que allí unirían sus tropas para enfrentar a Dara Shikoh y se repartirían el Reino. Nada podía ya evitar el enfrentamiento, era la tumba o el trono y solo su madre Mumtaz Mahal podría haberlo logrado, pero ella descansaba en su tumba en el Taj Mahal.
Aurangzeb al comando de un ejercito bien entrenado dotado de una poderosa artillería, unido a las tropas de su hermano Murad, se enfrenta a su hermano mayor, quien se encontraba en una situación que para él -un místico que nunca quizo ser militar- debía ser una pesadilla. Lógicamente Aurangzeb lo derrota y lo hace prisionero en la batalla de Samurgah cerca de Agra. En ese momento Jahangir se recupera de su enfermedad pero Aurangzeb y Murad lo declaran incompetente y lo ponen bajo arresto domiciliario en el Fuerte Rojo de Agra, donde lo acompaña su hija mayor la Begum, Janahara Sahib, quien amaba profundamente a su hermano Dara Shikoh y con quien compartía su adoración por el misticismo Sufi.
En 1659 Aurangzeb es coronado como el V emperador del imperio Mogul, en el Fuerte Rojo de Delhi con el titulo que el mismo escogió de de ¨Alamgir¨ que significa ¨Conquistador del Mundo¨. Su reinado mostró su doble moral porque fue ¨simultáneamente cruel y puritano.
En 1661 Aurangzeb toma prisionero a Murad en el Fuerte Gwalior y luego ordena su ejecución, traicionando la promesa que le había hecho que se repartirían el reino. A Shah Shuja le ofrece que continúe en su cargo como gobernador de Bengal, Bihar y Orissa, este acepta pero comienza a apoderarse de territorios aledaños, lo que obliga a Aurangzeb a enfrentarlo y derrotarlo en la batalla de Khajwa. Sin embargo logra huir hacia Arakan -hoy Burma- donde es hecho prisionero y ejecutado siguiendo las órdenes de Aurangzeb por los gobernantes locales.
A Dara Shikoh, su hermano mayor -quien con su misticismo y su liberalismo religioso le dio las razones que un musulmán ortodoxo y puritano como él necesitaba para destruirlo sin remordimientos para evitar que destruyera desde el trono los fundamentos de su fe- lo lleva encadenado sobre un elefante a Delhi, sometido al escarnio publico. En un acto que muestra su naturaleza desalmada lo hace decapitar frente a su hijo Suleiman Shikoh, a quien hace envenenar posteriormente y envía su cabeza a Shah Jahan, quien permanecía cautivo en Agra. Ejecuta también a todos sus sobrinos, solo deja vivo al hijo menor de Dara, Sliphir quien estaba casado con una de sus hijas. Acaba así con toda la competencia masculina que podía poner en peligro su trono. A partir de ese momento la suerte de todo el imperio descansaba sobre los hombros de una sola persona, si esta llegare a faltar todo se derrumbaría estrepitosamente
Shah Jahan nunca esperó que el final de su reinado fuera tan trágico. La ejecución de sus tres hijos y de sus nietos fue el segundo evento de destino en una vida de hedonismo. Cautivo e inconsolable pasó bajo guardia los últimos 8 años de su vida en el Fuerte Rojo de Agra, en una zona del blanco palacio que el mismo había construido, desde donde podía divisar a lo lejos el Taj Mahal.
En 1666 cae enfermo de disentería, arrepentido, piadoso y seguramente ya en paz consigo mismo, muere recitando el Corán a los 74 años. Su cuerpo fue enterrado sin la presencia de su hijo Aurangzeb y sin ningún respeto, por dos soldados, al lado de su amada Mumtaz Mahal en el Taj Mahal.
Los primeros actos de Aurangzeb como Emperador anunciaron a sus súbditos como sería su reinado. Su naturaleza colérica y reactiva aunado a un corazón helado y desalmado, su fanatismo religioso, su intolerancia, su ambición desmedida de poder y su arrogancia, la visión de si mismo que manifestó en el nombre que escogió para ascender al trono, ¨Alamgir, El Conquistador del Mundo¨, indican el tamaño de su ego. Después de la carnicería familiar que realizó busca justificar el asesinato de Dara Shikoh por razones religiosas y de fe. Alentado por la Ulema- el sectario consejo superior islamista de ese entonces en Delhi- que pretendía mantener ¨pura¨ su religión, expidió un decreto real en la que dividió la sociedad del reino, entre creyentes que merecían todos los derechos e infieles que no tenían ninguno. Nombró Muhtasibs, protectores de la moralidad pública -que escogió de la jerarquía de la Ulema de cada gran ciudad- con el poder para censurar y reprimir lo que consideraran incorrecto. Prohibió la música y la poesía en su corte y canceló las tradicionales audiencias públicas de los emperadores pasados, en los que el pueblo podía pedir la ayuda de su soberano para resolver lo que creían una injusticia de sus cortes. Pretendió incluso obligar a todos en su reino a hablar únicamente Arabe o Persa, buscando eliminar las lenguas hindúes que consideraba de incultos e ignorantes.
Aurangzeb se encontró además con un problema, los gastos de su padre en joyas, pinturas, jardines, palacios, mezquitas, el Taj Mahal, la nueva ciudad en Delhi y la expansión de su ejercito y sus fuertes, le dejaron el tesoro real prácticamente vacío. El afán de Shah Jahan por hacer que los Sultanatos musulmanes -en la gran llanura del Deccan- se convirtieran en parte de su reino, esfuerzos que nunca dieron fruto pero que ocasionaron un enorme gasto, había que remediarlo. Su intolerancia religiosa lo lleva a reinstituir el Yizah, el impuesto que los no musulmanes debían pagar al estado. Sin embargo con su doble moral y por razones económicas, permitió que los peregrinos de todas las religiones acudieran a sus templos para continuar cobrándoles un alto impuesto por ese concepto, que era una fuente enorme de ingresos para el reino.
En 1667 expulsa todos los oficiales hindúes que trabajaban en su gobierno y los reemplaza por musulmanes, para que sus oraciones por la gloria del islam fueran efectivas. Ordena decapitar al maestro de su hermano Dara Shikoh, el sabio persa, libre pensador, poeta y místico sufi Sarmad Kashani, por herejía contra el Islam y por andar desnudo como un monje Jaín. Atacó a los Reyes Rajput de Rajastán que una vez fueron los mas fieles aliados del imperio Mogul, invadió Jodhpur, la capital del reino Marwar y destruyó sus templos hinduístas, lo que le ocasionó el odio de su población.
En 1675 ordena una política de conversiones forzadas al islamismo entre la población Sikh de Amritsar, lo vio como una manera de disminuir el poder religioso y militar de sus Gurus en todo el Punjab. Profundizó así el enfrentamiento entre el imperio Mogul y los Sikhs, que comenzó con la muerte de el Guru Arjan Dev a manos de Jahangir y la persecución por parte de Sha Jahan de su hijo el Guru Har Gobind, por retener en su campamento su halcón de cacería. Su heredero e hijo, el noveno Guru Sikh, Tegh Bahadur se resiste a las conversiones forzadas y Aurangzeb ordena que lo tomen prisionero, lo lleven a Delhi en una jaula de hierro, donde es decapitado. Su discípulo Lakhi Shah Vanjara incendia su propia casa para que el cuerpo de su Guru pudiera ser cremado, en desafío a otra prohibición de Aurangzeb, que impedía cualquier cremación en Delhi.
En 1679 Aurangzeb para continuar ganando méritos religiosos ante la Ulema islamista, ordena destruir varios de los principales templos hinduístas de India y construir mezquitas sobre sus ruinas. Así desaparecen antiquísimos templos en Varanasi, Somnath, Patan y Khandela. Ordenó además la destrucción de las escuelas de enseñanza del hinduismo y prohibió sus festivales sagrados más populares como el Diwali y todos sus rituales de adoración pública. En Mathura luego de destruir todos los templos hinduístas cambia el nombre de la ciudad por Islamabad. En ese mismo momento el Maharaja de Jodhpur muere sin dejar un heredero claro, aunque sus dos mujeres se encontraban embarazadas en ese momento. Aurangzeb aprovechando el caos, trata de apoderarse del reino Marwar, pero el Rey Rajput de Mewar, el Maharana Raj Singh acude en su ayuda. Aurangzeb invade ambos reinos y aprovecha para destruir muchos templos en Jodhpur, Udaipur y Chittor, la antigua capital del Imperio Mewar.
En 1689 ordena la muerte por tortura de Sambhaji, el Rey del Reino Maratha, después de humillarlo colocándole ropa de payaso y de someterlo a los insultos de sus soldados, por darle refugio y protección a su segundo hijo, Muhammad Akbar, cuando este siguiendo el ejemplo de su padre y su abuelo intenta apoderarse del trono Mogol. Sambhaji antes de caer prisionero de Aurangzeb, había ayudado a Muhammad Akbar a huir hacia Persia, de donde era su madre la Begum Dilras Banu. Allí muere exiliado, sin nunca volver a ver a su padre, 17 años después en 1706.
Aurangzeb buscando hacer realidad su nombre de ¨Alamgir¨, se obsesiona por expandir un imperio que ya tenía 150 millones de súbditos. Durante 26 años seguidos luchó por dominar la región central de India, el Deccan, en una sucesión de guerras que sacrificaron mas de 2.600.000 vidas. Durante todos esos años se movió en una enorme ciudad portátil, con 500.000 soldados en tiendas de campaña, que tenía 250 bazares, 50.000 camellos, 30.000 elefantes y 45 kms de diámetro. El mantenimiento de esa enorme población flotante que era como un plaga de langostas por donde pasaba, arruinó los cultivos y las riquezas del Deccan, produjo hambre, desolación y generó una plaga bubónica.
En 1705, muy viejo y ya cerca a su muerte, ordena la destrucción del templo de Pandharpur y que los carniceros de su campamento le corten las cabezas a las vacas de la ciudad en los precintos del Templo, para deshonrarlo eternamente.
En 1707 cansado de su lucha inútil, de asesinar a tanta gente y de destruir tantos templos, muere en Ahmednagar a los 89 años, después de reinar por 49 años. Las guerras por su trono, luego una sucesión de golpes de estado alentados por los nobles de su corte, una administración cada vez más corrupta e ineficiente, el enfrentamiento religioso y racial que implementó, un ejercito desmoralizado y una sucesión de emperadores débiles, deshacen rápidamente su imperio.
Una carta que dirige poco antes de morir a su tercer hijo Muhammad Mu’azzam -cuyo reinado como el VII Emperador Mogol, Bahadur Shah I, solo dura 5 años- resume su vida:
¨No se quien soy, a donde iré, ni que le sucederá a este pecador lleno de pecados. Mi vida termina sin frutos. Dios ha estado en mi corazón, pero mis ojos ciegos nunca vieron su luz. No tengo ninguna esperanza para mi futuro y cuando no tengo esperanza en mi, como puedo tener esperanza en otros? He pecado enormemente y no se que tormentos me esperan después de mi muerte.¨