No son muchas las oportunidades que tiene un ser humano para ver un tránsito de Venus frente al sol. Venus tiene que girar 62 veces y media alrededor del Sol para que -visto desde la tierra- cruce frente al disco solar, de manera que pueda ser apreciado a simple vista como un punto negro que se desplaza sobre su brillante superficie.
5 órbitas de Venus después -8 giros da la Tierra durante ese mismo intervalo- el planeta vuelve a posicionarse de manera similar entre la Tierra y Sol, y su transito frente al disco solar se repite. Venus cruza dos veces frente al Sol antes de que vuelvan a ocurrir -100 años en el futuro- su pareja de tránsitos. En junio del 2004 tuvo lugar el primero de esos tránsitos y el 6 de junio del 2012 podremos ver el segundo.
Este comportamiento peculiar y su precisa repetición, convirtió a Venus en un reloj cósmico para todas las civilizaciones sobre la Tierra. Astrónomos de todos los tiempos, han relacionado sus movimientos con los de otros planetas y sus satélites, así como con el desplazamiento del Sistema Solar mismo contra la bóveda de las constelaciones. Obviamente sus tránsitos fueron utilizados por los sacerdotes Mayas, para confirmar el momento final de su gran Cuenta Larga. Evento que tendrá lugar en el Solsticio de Invierno del año 2012, para ellos después de 13 días, más 13 meses, más 13 años, más 13 veintenas y 13 periodos de 400 de sus años, es decir 5.200 años o 13 Bak’Tun Oob después de la fecha inicial de la Cuenta Larga, iniciada en el año 3113 AC. por sus antecesores los Olmecas cuando llegaron a México procedentes de Africa. Nuestro 21 de diciembre equivale a su día 13.13.13.13.13, cuando termina la cuenta regresiva que comenzó en su día 0.0.0.0.0 . El momento final de un intervalo de 5.200 años mayas de 360 días, o de 5.125 años en nuestro actual calendario gregoriano.
De manera que este tránsito de Venus en junio era especialmente significativo para ellos. Confirmaba la llegada del Sistema Solar a la mitad exacta del gran ciclo cósmico de 26.000 años, 13.000 años después del diluvio universal, el cataclismo que destruyo la pasada civilización Atlante. Ciclo que dividieron en 5 segmentos de 5.200 años cada uno, la medida de su Cuenta Larga. De acuerdo a sus sacerdotes, en ese momento estaríamos experimentando “El Tiempo del no-tiempo”, un intervalo de cambio tremendamente rápido e intenso, que estaría marcado por una profunda crisis -a nivel individual y colectivo- en todos los campos que organizan nuestra sociedad y nuestra vida. Crisis generada por lo que no funciona, que la instantaneidad, la globalidad de las comunicaciones y la información sin restricciones -develada por millones de individuos a través de internet- han hecho evidente.
Dentro de esos cambios anunciados, tal vez el mas importante hace referencia al papel de la mujer como líder de un cambio que dirigirá nuestra sociedad, hacia la espiritualidad y la conexión permanente con Dios. No se trata del resurgimiento de la ritualidad de las religiones tradicionales, sino de un movimiento de millones de individuos que se conectan en la privacidad de su propio interior, para agradecer a Dios por todo lo que su amor nos entregó. La libertad para crear y transformar nuestra propia experiencia, conjuntamente con la responsabilidad -sin temor a juicios ni a castigos- que de ella se deriva. Únicamente a cambio de la obligación de experimentar en carne propia y en la de nuestros seres queridos, los resultados de nuestras decisiones, para que esa vivencia nos de la certeza de cuando generamos conflicto y sufrimiento o cuando producimos armonía y abundancia. Este diseño divino es el que nos permite a cada uno, a través de prueba y error, trascender nuestra ignorancia, nuestras falsas creencias, nuestras conductas acidas, reactivas y nuestro egoísmo.
La mujer -por su sensibilidad-se ha convertido en una abanderada de esa comprensión y por lo tanto de ese movimiento que cambia la vergüenza y la culpa, dos estados de no-ser tremendamente destructivos de nuestra energía vital, por un compromiso profundo: la próxima vez lo haremos mejor y estaremos deliberadamente alerta y conscientes a la reaparición de una situación similar para tomar control de nuestra mente y de nuestras emociones para impedir que se repita el mismo error. Sin vergüenza, sin culpa, entendiendo que aún tenemos partes en nosotros, que no hemos pulido todavía.
Venus es la manifestación celeste del arquetipo femenino, y cuando se alinea perfectamente entre la Tierra y el Sol, como para ser visto contrastando como un punto oscuro contra su brillante superficie, potencia su propia energía y su influencia, con la del astro rey. Quiere decir que todos los atributos femeninos, la intuición, la sensibilidad, la espiritualidad, las artes, la compasión por los demás, la receptividad, la comunicación con lo inconsciente y lo metafísico, llegan con mayor intensidad a todos los seres humanos. Asimismo se irradian las características que se ven claramente en el metal cobre, la manifestación terrestre del arquetipo femenino: La flexibilidad, la adaptabilidad, la maleabilidad y su capacidad para sanar.
El chacra del corazón, que es la manifestación en el hombre del mismo arquetipo femenino, es nuestro centro de irradiación de amor y cuando se adquiere un estado de alta consciencia, se convierte en el centro de neutralidad y de discernimiento sensible. El punto de emanación de la inteligencia del amor.
Es entonces el 6 de junio del 2012, una fecha muy especial que puede ser aprovechada conscientemente por todas las mujeres de la Tierra, para impulsar a sus esposos e hijos hacia el agradecimiento constante a la divinidad por tantas maravillas que tenemos manifestadas en nuestra vida. Si nos habituamos a realizar ese agradecimiento una vez en la mañana y otra en la tarde, elevaremos considerablemente nuestra energía vital, atraeremos sincronicidades, intuiciones e inspiraciones, alejaremos los conflictos y el miedo. El miedo y el amor no se conocen, cuando el amor entra por la puerta principal de nuestra mente, el miedo sale corriendo por la puerta trasera. Ya es hora de comunicarnos con Dios para agradecer no para pedir y de verificar que pensar en amor funciona!
Cambios de esta naturaleza son los que pueden hacer posible la nueva era de luz y amor que anunciaron los mayas en sus profecías sobre el 2012. Cambios en nuestra conducta y en la manera como nos relacionamos con los demás y con Dios, son los que pueden hacer posible un cambio en nuestras correspondencias de aprendizaje, un cambio en la realidad que entre todos co-creamos.
Publicadas por Fernando Malkún