El templo Egipcio era el instrumento para preservar el orden, no fue creado para la salvación del alma, era el sitio donde se encontraban las dos fuerzas fundamentales, la fuerza del caos y la fuerza del orden, alli se lograba el equilibrio necesario, la armonia que conduce al perfeccionamiento de todos los individuos de su sociedad.
Este concepto es claramente expresado en el Templo de Kom Ombo dedicado simultánemente a Sobek, la fuerza del caos, la que induce al error y a Horus, el simbolo de la conciencia permanente y de la sabiduría.
El templo de Kom Ombo, estaba dedicado a dar gracias por la dualidad existente en el universo que permite al hombre equivocarse y experimentar con los resultados de sus decisiones, para producir comprension y su perfeccionamiento espiritual.